Cuando nos acercamos a ese periodo de la vida que llamamos “la menopausia”, es probable que comencemos a constatar en nuestro cuerpo una serie de dolencias asociadas a los cambios que sufrimos a nivel biológico. Los más conocidos están relacionados con los sofocos, las alteraciones del sueño o la disminución de la líbido, pero existen otras problemáticas que también afectan a la calidad de vida de las mujeres y que no tienen, por lo general, tanta repercusión. Muchas mujeres los sufren en la menopausia y no los achacan a los cambios del climaterio. Aquí te hablaremos de ellos para que te familiarices con las causas y puedas mitigar sus efectos.
Muchas mujeres aseguran sufrir sensaciones de vértigo o mareo en la menopausia. Generalmente, no es una dolencia fácil de diagnosticar, ya que los síntomas de la menopausia, como los mareos, son complicados de referir o interpretar. Pero si tuviéramos que dar una definición lo más genérica posible, hablaríamos de un estado de malestar, flojera e inestabilidad, generalmente acompañado de una sensación de movimiento del entorno que te rodea: “todo me da vueltas”. Te notas aturdida, embotada y algo confusa, sientes que no tienes control sobre tu cabeza y que pierdes el equilibrio.
Por fortuna, estos episodios suelen ser, en la mayoría de los casos, breves y transitorios, y desaparecen de forma espontánea, aunque no por ello debemos restarles importancia. Hay mujeres que lo consideran una parte más del proceso, un problema que no les queda más remedio que pasar. Pero cuando los episodios son recurrentes y se convierten en una realidad habitual, pueden afectar de manera notoria a tu calidad de vida. Por eso lo más recomendable es consultar con un especialista en cuanto se manifiestan los primeros síntomas.