SENSACIÓN DE FRÍO POR MENOPAUSIA

Sofocos, sudores, temblores… ¿Por qué nos pasa esto durante la menopausia? ¡Descubre las causas y cómo aprender a combatirlas de forma efectiva!

Son muchos los síntomas que aparecen durante la menopausia. La menopausia es la época en la que las mujeres dejan de tener la menstruación y ocurre normalmente a partir de los 45 años, aunque puede darse desde los 40 hasta los 59 años. No llega de un día para otro, sino que es un cambio gradual que empieza cuando el sangrado menstrual se detiene por completo.

Hasta su llegada, la mujer padece la denominada perimenopausia, que comprende el periodo desde los 3 a los 5 años anteriores hasta el último periodo. De esta manera, se considera que una mujer ha entrado en la menopausia cuando el periodo menstrual es inexistente durante un año.

Aunque la mayoría de síntomas se asocian a la menopausia, lo cierto es que durante la perimenopausia también se experimentan ciertos indicios, como trastornos del sueño, sequedad vaginal, cambios en el flujo menstrual o alteraciones en el deseo sexual. Hay que aclarar que en esta época la mujer sigue siendo fértil, por lo que deberá utilizar anticonceptivos si no desea quedarse embarazada.

¿Por qué se produce una sensación de frío en la menopausia?

La menopausia se produce cuando los ovarios dejan de producir estrógeno y progesterona, que son las hormonas encargadas de la menstruación. Ante la inexistencia de estas, se dejan de liberar óvulos, por lo que la mujer no puede quedarse embarazada.

Uno de los síntomas más conocidos, tanto de la menopausia como de la perimenopausia, son los sofocos. Los sofocos son momentos de unos 30 segundos a 5 minutos que provocan un calor interno excesivo y sensación de falta de aire. Este efecto de calor se concentra en la parte superior del cuerpo, concretamente en las zonas del pecho, la cara y el cuello.

Los sofocos se producen por el cambio que se da en los niveles de progesterona y estrógeno, aunque todavía no se ha conseguido determinar a nivel científico de qué manera se relacionan ambos factores. No obstante, se cree que la reducción de estrógeno provoca que el hipotálamo aumente su sensibilidad ante los cambios de temperatura en el cuerpo.

Durante estos minutos de calor súbito, la mujer puede llegar a sudar como mecanismo de defensa. El resultado de la sudoración es una sensación de frío acompañada de escalofríos cuando el sofoco está llegando a su fin. Dependiendo de la mujer, la sensación de frío puede ser mayor o menor. En este punto inciden diferentes factores, como la masa muscular, el estilo de vida, la cantidad de grasa o la tensión. Además, el tabaco y el consumo de algunos fármacos también pueden acentuar este síntoma de la menopausia.

¿Existen remedios para los sofocos?

Al igual que existen hábitos que empeoran los sofocos y la sensación de frío, también hay ciertos elementos que puedes incorporar en tu rutina para ayudarte a combatir la sensación de frío en la menopausia.

La dieta

En primer lugar, es fundamental cuidar la dieta. El porcentaje de grasa corporal es uno de los factores con mayor incidencia en la sensación de frío, no solamente en la causada por la menopausia. Las mujeres muy delgadas con un porcentaje de grasa muy bajo no cuentan con un tejido adiposo grueso que haga la función de aislante. Así, el frío ambiental afecta en mayor medida a la temperatura corporal.

En cuanto a aquellas personas con un índice de grasa demasiado alto, cabe decir que la obesidad aumenta los síntomas de la menopausia. En el caso de los sofocos y de la posterior sensación de frío, el motivo vuelve a recaer sobre el tejido adiposo. En este punto, el tejido adiposo mantiene impide que el calor se reparta, quedando atrapado en el cuerpo. Así, se recomienda un peso ni demasiado bajo ni demasiado alto.

Controla la temperatura de tus estancias

Por otro lado, se recomienda mantener una temperatura óptima y evitar lugares muy calurosos. Cuando estés en la calle en las épocas de verano, procura vestir con ropa fresca. En invierno no te decimos que no utilices la calefacción, pero ponla a la temperatura necesaria para no pasar frío, nunca demasiado alta.

No consumas bebidas y alimentos muy calientes

Evita las bebidas demasiado calientes, como la sopa o las infusiones. Como te hemos comentado, la sensación de frío se da por un aumento anterior de la temperatura corporal. Por ello, debes ayudar a tu cuerpo a no aumentar su temperatura. En este sentido, evita consumir alcohol y bebidas excitantes, como el té o el café. Así, se recomienda la ingesta de bebidas frías, las cuales lograrán equilibrar la temperatura.

Aplica frío

Del mismo modo, las toallas frías en la zona del cuello durante el sofoco son muy recomendables. Al igual que lo hacen las bebidas frías, este método regulará el calor corporal, evitando que sudes y que, por ende, tengas frío. También puedes mojar tus mejillas con agua fría si te resulta más cómodo.

Ten hábitos saludables

Otra recomendación por parte de los expertos a la hora de reducir los sofocos en la sensación de frío durante la menopausia es una buena hidratación. Nutrir sobre todo el rostro, marcará un antes y un después en la salud de tu piel. Las cremas de Neovadiol Crema de Día y Crema de Noche, ayudarán a reafirmar y combatir la flacidez de una forma definitiva. Además, es importante evitar el tabaco, sustancia nociva que aumenta el calor corporal.

Por último, procura no tener un estilo de vida sedentario, haz deporte acorde a tu condición física, huye de las comidas picantes y acude a remedios naturales como la infusión de raíz de regaliz o la de clavos rojos.

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