3 Consejos para llevar una vida tranquila y para energizar tu día a día
Habrás oído el dicho: "cuanto más rápido más lento", pero ¿te has parado a pensar cómo afecta esto en tu vida? Vivir con prisa constante aumenta el cortisol en el flujo sanguíneo, uno de los factores que más afectan en las enfermedades relacionadas con el estrés. El estrés también inhibe la producción de dopamina, nuestro químico cerebral para sentirnos bien. Cuanto más a prisa vamos, más infelices y más desorientados nos volvemos.
Nuestra sociedad se ha obcecado en vivir a toda prisa. El nuevo libro de Wiseman, Profesor de Psicología, "Quirkology" revela estudios que demuestran que caminamos un 10% más rápido de la velocidad de hace 20 años. También dormimos menos, consumimos más comida procesada, somos más irritables y tenemos más accidentes de carretera. Pero ¿es necesario que sigamos agotados de este modo?
Muchos estudios clínicos están de acuerdo en que llevando una vida tranquila, se reducen los riesgos de tensión alta y obesidad, se produce una mejora en nuestras relaciones y se vive más*.
Por la mañana
La Asociación Médica Tailandesa descubrió que la meditación mejoraba la reducción de cortisol mientras que aumentaba la producción de hormonas positivas como la serotonina. Tómate una pausa antes de ir al trabajo, relájate, cierra los ojos y concéntrate solo en tu respiración durante 10 minutos. Deja que tus pensamientos fluyan: obsérvalos, no interactúes con ellos. No tengas prisa cuando cuidas tu piel, asegúrate de que está completamente limpia, hidratada y protegida para todo el día.
A medio día
Almuerza al aire libre, preferiblemente en un parque. Saborea y disfruta de la comida para asegurarte una buena digestión, ingiere vitaminas para dar energía y evita comer demasiado. Vive el momento y no te irrites por pequeñas cosas para sacar lo mejor de ti - relájate, regula tu respiración, y recuerda lo tranquilo que estabas esta mañana cuando meditabas.
Por la noche
Una hora antes de ir a dormir, apaga tu teléfono móvil, la televisión y el resto de dispositivos eléctricos, si aún es pronto lee un buen libro. Disfruta de un té de hierbas, relájate con tus seres queridos y recarga tu mente y cuerpo para el día siguiente. Antes de acostarte aplica una dosis de crema hidratante de noche nutritiva después de la limpieza facial, y echa unas gotas de aceite de lavanda en tu almohada.
*Asociación Norteamericana para el Estudio de la Obesidad y Carl Honoré: "Elogio de la lentitud"