Caída del pelo por estrés
Nuestra mente y nuestro cuerpo están estrechamente relacionados y, en algunos casos, mucho más de lo que nos imaginamos. Ciertas partes, como el aparato digestivo o nuestra piel, pueden sufrir importantes alteraciones dependiendo de nuestro estado mental.
¿No te ha pasado que, en situaciones de estrés o ansiedad, han cambiado tus hábitos alimenticios? Hay personas que tienden a ingerir una cantidad descontrolada de comida mientras que otras pierden por completo el apetito. También, cuando se sufren estos episodios, algunas personas lo reflejan en su piel mediante manchas, picores o eczemas por distintas partes del cuerpo. Estos son solo dos de los muchos ejemplos que demuestran el poder que tiene nuestra mente sobre el cuerpo. Y respecto a la caída del cabello, no podía ser menos.
Existen muchos factores por los que se produce la caída del cabello. Más allá de la genética y el sexo, vamos a profundizar en una de las causas más frecuentes que afecta directamente no solo a la cantidad y volumen de pelo que hay en nuestra cabeza, sino también a su aspecto.
Según el Dr. Bessam Farjo, “el estrés es la segunda causa más importante de pérdida de cabello después de la genética”. Debido a ello, muchos son los estudios y los productos que se han desarrollado para conocer el motivo de esta pérdida de cabello y descubrir una solución efectiva que ataque el problema de raíz.
¿Por qué el estrés propicia la caída del cabello? Cuando se cae el pelo por estrés, ¿puede volver a crecer? ¿Qué podemos hacer para evitarlo? En este post, vamos a tratar de resolver todas las dudas que te puedan surgir respecto a este tema.
¿Por qué se cae el pelo por estrés?
Lo primero que hay que dejar claro es que la caída del pelo por estrés no es lo mismo que la alopecia en sí, sino que es un derivado de ella conocido como efluvio telógeno.
El efluvio telógeno es una variación del ciclo de crecimiento de nuestro pelo. Según la doctora Emma Wedgeworth, consultora dermatóloga, nuestro cabello se divide en dos partes: aproximadamente un 85% está en fase de crecimiento y el 15% restante está en reposo. Cuando sufrimos fuertes episodios de estrés o ansiedad, este porcentaje varía y es cuando notamos poco a poco (a partir de los dos o cuatro meses) menos densidad de pelo en nuestra cabeza.
Otro factor que diferencia a la alopecia del efluvio telógeno es la forma en la que se cae el pelo. En la alopecia, lo normal es que la densidad del pelo se vaya perdiendo por la zona superior de la cabeza, mientras que en el efluvio telógeno esta pérdida de densidad se reparte por toda la cabeza, especialmente por la parte trasera inferior y los laterales.
La caída del pelo en las mujeres propiciada por los nervios y el estrés suele ser más clara, ya que en la ducha o al peinarse se ve fácilmente cuando la cantidad de pelo que se cae es mayor de lo habitual.
Si esto te ocurre, lo más importante es que sepas que es algo normal y temporal. El pelo, al cabo del tiempo, acaba recuperando su ciclo de crecimiento natural y es cuestión de meses que vuelva a crecer sano y fuerte. Hay casos en los que esta situación se puede prolongar más de lo debido y lo mejor es consultar con un profesional que valore nuestra situación y nos recomiende el mejor tratamiento personalizado. Hoy en día, existen una gran cantidad de productos avanzados pensados para atacar el problema de raíz.
Cómo combatirlo
En este sentido, y basándonos en todo lo que hemos comentado, vamos a distinguir dos formas de combatir la pérdida de pelo por estrés: una se va a centrar en atacar el problema del estrés y la otra se basará en la utilización de productos especializados. La combinación de ambas aumentará significativamente las probabilidades de éxito.
Reduce los niveles de estrés en tu vida
Sabemos que es difícil y que en la mayoría de casos no tenemos control absoluto sobre la situación, pero reducir los niveles de estrés que sufrimos en el día a día va a ser la mejor forma de reducir la caída de nuestro pelo.
Para liberar tensiones, no hay nada como incorporar a tu día a día el hábito de la meditación y algunos ejercicios de respiración. También debes ser consciente de cómo es tu día a día. A todos nos ha cambiado la vida en los últimos meses y es posible que hayamos incorporado ciertos hábitos o prácticas a nuestra vida que no nos hacen ningún bien, tanto física como mentalmente. La dieta puede ser una de ellas y, para mantener nuestro pelo sano y fuerte, tenemos que consumir alimentos con un alto nivel de zinc, vitamina D y hierro. Un tratamiento de luz de baja intensidad para aumentar los niveles de queratina puede ser muy beneficioso, así como salir al menos a andar o hacer ejercicio una vez al día. El teletrabajo se ha adueñado de la vida de muchas personas en el último año y disfrutar del exterior se ha vuelto casi una obligación para mantener nuestra salud mental.
Usa productos respetuosos con tu piel y tu pelo
De forma complementaria, puedes optar por utilizar champús especializados para frenar la caída de tu cabello. El Champú Estimulante de Dercos es perfecto si sufres una caída moderada de tu cabello o si ves que puedes empezar a sufrirla.
Si por el contrario, la caída de tu pelo se encuentra en una fase avanzada, Aminexil Clinical 5 para hombres y Aminexil Clinical 5 para mujer son productos especializados y testados dermatológicamente que refuerzan la raíz de tu cabello y ayudan a recuperar el equilibrio natural de tu pelo.
Recuerda siempre que, antes de probar un nuevo producto, debes consultar con un especialista.