El verano es la época más propicia para sufrir una quemadura solar. La intensidad del sol y la radiación ultravioleta pueden ser muy perjudiciales durante los meses estivales. Si pasas varias horas de exposición solar, la piel aparecerá enrojecida y puede manifestarse dolor y tirantez. Con el tiempo, es probable que además surjan manchas y la piel se vuelva seca y arrugada.
Es necesario, por tanto, cuidar y proteger la piel. Para ello, puedes evitar la exposición al sol en aquellas horas en donde la radiación sea más intensa. Pero, al mismo tiempo, también puedes emplear una serie de productos pensados específicamente para proteger tu piel de las quemaduras del sol.
Cómo evitar las quemaduras solares
La exposición prolongada al sol puede provocar una serie de efectos negativos en la piel y la aparición de las quemaduras solares. Todos queremos lucir el mejor bronceado, pero para ello debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones.
Usar una crema de protección
Lo más recomendable para proteger tu piel es usar una crema de protección solar. Este tipo de cremas lo que hacen es bloquear la entrada de la radiación UVA y UVB en la piel. Para elegir la crema más adecuada, deberás tener en cuenta tu tipo de piel. Además, hay que elegir una crema que disponga de un factor de protección solar de al menos el 30 (FPS30) para evitar cualquier tipo de riesgo.
Lo ideal es aplicar el protector solar sobre la piel unos 30 minutos antes de la exposición al sol. De esta forma, tu piel lo absorberá de la mejor manera. Tendrás que aplicar el protector por todo el cuerpo y por aquellas zonas más sensibles al sol: orejas, pies, cuero cabelludo, nariz, mejillas, etc. Es preferible que, una vez te expongas al sol, renueves la aplicación cada dos horas.
Llevar ropa y otros accesorios
Las prendas fabricadas en algodón o poliéster son las más indicadas para protegerte del sol. Además, cuanto más grueso sea el tejido, mayor será también esta protección. No obstante, es recomendable que la ropa que lleves sea de colores claros y ligera. También es fundamental que uses gorro o sombrero para proteger la cabeza y el cuero cabelludo y gafas con filtro UV para no dañar tus ojos.
Evitar ciertas horas del día
Hay ciertas horas del día en las que debemos evitar la exposición solar intensa para no sufrir quemaduras solares. Entre las 12.00 y las 16.00 horas, por ejemplo, el sol se halla en su punto de más alta intensidad de radiación ultravioleta. En este momento del día, hay que estar protegido con protector solar, llevar ropa clara o disponer de una sombrilla si se está en la playa o en la piscina.
Qué hacer si tienes quemaduras solares
En caso de que hayas sufrido una quemadura solar, hay una serie de productos específicos y remedios que puedes poner en práctica.
Aplicar un bálsamo reparador
Lo mejor para las quemaduras del sol es usar el bálsamo reparador Ideal Soleil de Vichy. Este bálsamo está indicado tanto para hombres y mujeres que no solo hayan sufrido una quemadura solar, sino también para quienes tengan la piel sensible al sol. Su efecto hidratante de 8 horas es muy beneficioso para recuperar tu piel de los daños producidos por la sobreexposición al sol.
Este bálsamo reparador está formulado con extracto de hierba de sauce y un concentrado de lípidos bio-asimilables. Estos ingredientes alivian al instante la sensación de quemazón. Disfrutarás de una piel más hidratada, calmada y refrigerada.
Refrescar la piel
Si no tienes a mano un producto refrescante y reparador, puedes aplicar sobre la quemadura solar una toalla limpia y humedecida con agua fría. Otra opción es tomar un baño de agua fresca con un poco de bicarbonato de sodio. Ambas acciones deberás realizarlas varias veces al día para reducir el dolor y la sensación de quemazón en la piel.
Remedios caseros
Hay una serie de remedios caseros que pueden brindarte un alivio temporal. El más efectivo es la solución de vinagre diluido en agua, que se puede aplicar sobre la quemadura solar con una gasa o una toalla. También se puede empapar una compresa con infusiones como el té verde o la manzanilla.
La leche, por ejemplo, gracias a sus proteínas y el ácido láctico también es otro remedio que deja una mayor sensación de frescor y protección en la piel enrojecida.
La sobreexposición al sol puede provocar quemaduras solares en la piel. Para protegerte de ellas, lo mejor será usar siempre un protector solar, ropa ligera y de colores claros y evitar ciertas horas del día. No obstante, en caso de tener ya la quemadura, el tratamiento más adecuado será aplicar un bálsamo reparador con efecto hidratación y refrescante. La aplicación hará que tu piel se alivie poco a poco y dejes de sentir dolor.