Cómo dar masajes para conseguir una piel con un aspecto saludable y luminoso
A la hora de aplicar tus productos de cuidado de la piel, ¿sabías que la técnica es la clave para activarlos?
Sigue leyendo nuestros consejos sobre cómo llevar un paso más allá tus rutinas de mañana y noche. Además, te aconsejamos sobre cómo sacar el máximo partido a los beneficios de los ingredientes de tus productos de cuidado de la piel.
La técnica correcta: los beneficios del masaje facial
El final perfecto para una larga semana: un masaje facial. No solo es una buena manera de liberar tensiones acumuladas, sino que también puede transformar tu piel. Si se hace correctamente, este masaje puede ayudar a reducir la aparición de las líneas de expresión y arrugas, a tensar la piel y a estimular la microcirculación, lo que mejora el flujo sanguíneo para conseguir una piel más radiante. Además, incorporar un masaje facial en tu rutina de cuidado de la piel puede ayudar a que los ingredientes de tus productos penetren mejor en la piel, lo que implica beneficios máximos. ¿Qué más se puede pedir?
Cómo dar un masaje facial para sacar el máximo partido a tus productos de cuidado de la piel
Es obvio y lo sabemos, pero antes de empezar con tu masaje facial es importante que te laves las manos y te desmaquilles a conciencia para evitar extender las bacterias de tu rostro a los productos. Sécate la cara cuidadosamente con una toalla, y comienza con un aceite o sérum. Además de ayudar a que tus dedos se muevan por la piel, empezar con productos con base aceitosa permitirá que sus beneficios penetren más profundamente en la piel, aumentando la eficacia de tu hidratante o crema de día, que tiene a tener una consistencia más espesa. Usa los productos fluidos como base antes de fijarlos con productos más espesos, con base de agua.
Cómo dar un masaje facial profesional en casa
Con la punta de los dedos, empieza haciendo círculos grandes en el cuello y bajo la barbilla. Después, sube hacia la cara. Presta atención a la presión: la piel del rostro es más delicada que en otras partes del cuerpo, así que intenta no apretar demasiado fuerte. Continúa hacia fuera en dirección a la mandíbula y los lados de las mejillas. Después, sigue los movimientos hasta los pómulos. Apretar con cuidado con las puntas de los dedos ayudará a estimular la circulación, pero ten cuidado y no arrastres la piel hacia abajo. Acaba con círculos anchos, desde las sienes hacia el centro de la frente. Después da unos golpecitos con cuidado en la delicada piel bajo los ojos con tu dedo anular para eliminar la hinchazón y aportar luminosidad.