7 FACTORES QUE CAUSAN ENVEJECIMIENTO PREMATURO DE LA PIEL

En el envejecimiento prematuro no solo interviene el factor genético, sino también otros condicionantes relacionados con el ambiente y el estilo de vida.

El proceso de envejecimiento es una evolución natural e imparable al que todos estamos irremediablemente sometidos. En él no solo interviene el factor genético, sino también otros condicionantes relacionados con el ambiente y el estilo de vida del individuo.

Cómo envejece la piel

El paso del tiempo actúa en la piel afectando a toda su estructura, provocando cambios que dan lugar a un deterioro de su salud y de su aspecto. Estos vienen provocados por factores internos, propios del paso del tiempo, y por factores externos correspondientes al entorno y al estilo de vida de cada individuo. A nivel biológico, los cambios más importantes que se producen por la edad en las estructuras de la piel son: riego sanguíneo más reducido, disminución de los niveles de colágeno y elastina, menor número y densidad de las células adiposas, renovación celular más lenta. Como resultado, la piel pierde volumen, densidad, elasticidad y luminosidad. Aparecen arrugas y líneas de expresión, aumenta la sensibilidad a los rayos ultravioleta, la piel tiene mayor sensibilidad y propensión a dañarse, así como una menor capacidad de curarse. Su textura se vuelve más seca y áspera, con una apariencia más apagada y sin brillo.

El exposoma: 7 causas del envejecimiento prematuro

Se calcula que el envejecimiento de la piel viene propiciado, en un 20%, por la predisposición genética, y se asocia el 80% restante a los condicionantes externos a los que se ve sometida: el exposoma

El exposoma se define como el conjunto de factores a los que el individuo se ve expuesto desde que nace hasta que muere, los cuales desencadenan respuestas en el organismo. El estudio del medio ambiente y de cómo el cuerpo se relaciona con él nos sirve para obtener un conocimiento más profundo de la naturaleza humana, además de para intentar mitigar los efectos negativos que esta exposición puede causar tanto en el cuerpo como en órganos concretos. El exposoma tiene una incidencia particular en la piel, ya que es el órgano más grande del cuerpo humano y una de sus principales funciones es la de barrera en el organismo. Influye en su salud y en su aspecto, así como en su envejecimiento precoz. Los factores que conforman el exposoma y que pueden causar los síntomas de la vejez prematura son:

1. La radiación solar.

Es el elemento más dañino para la salud de la piel: no solo puede causar enfermedades y lesiones, sino que es el principal responsable de su envejecimiento prematuro. Tanto es así, que se ha designado un término que remarca este efecto: el fotoenvejecimiento. Los rayos ultravioleta de la luz solar penetran hasta las capas más profundas de la piel, provocando daños irreparables.

2. La contaminación atmosférica.

Las partículas en suspensión y determinados gases contaminantes presentes en la atmósfera se asocian a la aparición de signos de envejecimiento precoz en la piel. En las zonas expuestas a una alta polución, se ha detectado la aparición de manchas y arrugas en mayor grado que en áreas menos contaminadas.

3. El tabaco.

Fumar es una de las prácticas más perjudiciales para la salud, también para la de la piel. Su acción incrementa los radicales libres, empeora la irrigación sanguínea, empeora la capacidad de autorrecuperación de la piel y daña su función como barrera. Los síntomas de vejez prematura más claros provocados por el tabaco son la aparición de arrugas y una piel seca y apagada.

4. La dieta.

Una buena alimentación es fundamental para el aspecto saludable de la piel. Las dietas ricas en antioxidantes, vitamina C, agua o betacarotenos mejoran el aspecto y la salud de la piel, mientras que el consumo de alcohol y de productos ultraprocesados, ricos en grasas y azúcares, darán como resultado una piel más sensible y menos bonita.

5. El clima.

La exposición continuada a altas temperaturas puede ser otro de las causas del envejecimiento prematuro. Así se ha demostrado en grupos profesionales que lidian diariamente con fuentes de calor. Por el contrario, el frío puede provocar sequedad, pérdida de humedad o menor capacidad reparadora de la piel.

6. El estrés.

Se ha demostrado que el un alto nivel de estrés del individuo puede inducir distintos tipos de daños en la piel, como la disminución de la permeabilidad, el deterioro de la función de barrera de la piel o el aumento del nivel de cortisol. El resultado es una piel más sensible y propensa a desarrollar o empeorar desórdenes cutáneos.

7. La falta de sueño.

En relación con el punto anterior, la privación del sueño también induce al estrés oxidativo de la piel, la principal causa del envejecimiento prematuro. Como consecuencia del cansancio, se pueden observar ojeras, bolsas, ojos hinchados, piel grasa o seca, palidez, sequedad y arrugas en la frente y líneas de expresión más marcadas.

 

Los componentes del exposoma no solo tienen incidencia sobre el organismo de forma aislada, sino también en conjunto. Estos interactúan entre sí y pueden provocar respuestas distintas en función de la exposición global del individuo a todos los factores que le afectan, acentuando el envejecimiento precoz en la piel.

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