¿QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE LA CREMA HIDRATANTE Y LA CREMA HUMECTANTE?

¿Notas tu rostro apagado y sin vida? En ese caso, es altamente probable que necesites prestar atención a su hidratación y humectación.

Dentro del mercado de la cosmética podemos encontrar cremas hidratantes y humectantes. Cada una de ellas cumple una función específica y está dirigida a un tipo concreto de dermis.

 

Uno de los principales motivos por el que nuestro rostro sufre una mayor sequedad es el paso del tiempo. Con la edad, la piel pierde la capacidad de retener agua y se producen las primeras arrugas y líneas de expresión.

No obstante, los factores ambientales como el clima o la polución también afectan negativamente a la hidratación.

En este artículo te enseñaremos a diferenciar entre hidratación y humectación para que escojas el producto que mejor se adecúa a tu situación. ¡Vamos a descubrirlo!

La crema hidratante consiste en una loción que se encarga de aportar agua a la piel para proporcionar una mayor nutrición. Existen cremas hidratantes para el rostro y para el cuerpo.

Cumplen diversas funciones, pero por lo general se emplean para retrasar los signos de envejecimiento.

Aunque existen versiones que hidratan y humectan a la vez, también encontramos cremas que solo se encargan de esta última labor. 

Una loción humectante es aquella que actúa como barrera protectora en la piel y que evita la evaporación de agua.

Podemos escoger entre crema humectante facial y corporal.

Para que no te quedes con ninguna duda, te mostramos las diferencias principales entre ambos cosméticos:

● La crema humectante facial y corporal se encarga de mantener la humedad natural de la dermis.

● Las lociones hidratantes tanto para la cara como para el cuerpo se emplean con el objetivo de aportar un extra de nutrición, por lo que se recomienda solo en casos de sequedad.

En definitiva, con la humectación llevamos a cabo un mantenimiento y con la hidratación se produce un aporte extra de agua.

Si tienes dudas entre comprar una crema hidratante o humectante, lo primero que has de hacer es un análisis de tu piel.

En caso de que notes síntomas de sequedad, descamaciones o tirantez, necesitarás una hidratación profunda.

Sin embargo, si lo que notas es falta de brillo o luminosidad, significa que las células no son capaces de mantener su humedad natural, por lo que lo ideal sería emplear una crema humectante.

Por supuesto, no dudes en acudir a un dermatólogo que te asesore correctamente.

Existen varios tipos de cremas hidratantes según el tipo de piel a la que vayan dirigidas. Cada versión estará elaborada a partir de una serie de ingredientes concretos que se encargarán de resolver problemas específicos.

Por lo general, las dividimos en las siguientes categorías:

● Para pieles secas. Son ricas en aceites esenciales que aportan un extra de nutrición.

● Para pieles grasas y mixtas. A pesar de que este tipo de dermis sufre un exceso de sebo, también presenta algunas zonas con sequedad. Por ello, es importante seleccionar un producto específico que nutra sin empeorar la apariencia de brillos.

● Para pieles sensibles. En caso de tener tendencia a rojeces u otras alteraciones, debe emplearse una versión para pieles sensibles, ya que están elaboradas a partir de ingredientes y activos que hidratan y calman.

El método de aplicación es muy sencillo. Tan solo has de seguir los siguientes pasos:

 

1. Limpia y desmaquilla el rostro. Antes de poner una crema debemos eliminar cualquier resto de suciedad e impureza. Utiliza un desmaquillante y un producto limpiador.

2. Para llevar a cabo una rutina de cuidados completa se recomienda el uso de un tónico facial y de un sérum. Con el tónico logramos una mayor sensación de calma, y con el sérum potenciaremos los efectos de tratamientos que apliquemos con posterioridad.

3. Vierte un poco de loción hidratante sobre las yemas de los dedos. Repártela por la frente, nariz, barbilla y mejillas.

4. Extiende la crema a través de un suave masaje. No ejerzas presión.

5. No olvides poner un poco en la zona del cuello y escote, ya que ambas son propensas a sufrir los primeros síntomas de envejecimiento.

6. Espera a que se absorba y ¡listo!

¿Sabes por qué no debes descuidar la hidratación de tu dermis?:

● Evitarás que se produzcan descamaciones.

● Obtendrás mayor firmeza.

● Evitarás y mejorarás el estado de las arrugas y líneas de expresión.

● La tez queda con un mayor brillo, luminosidad, y, por ende, con un mejor aspecto en general.

A pesar de que el uso de una loción hidratante es altamente recomendable en algunos casos, lo cierto es que no todos los cosméticos que encuentres en el mercado son eficaces y seguros.

En primer lugar, deberás escoger una versión que se adapte a tu situación. No emplees productos antienvejecimiento si eres demasiado joven, ya que podría resultar contraproducente.

Por otro lado, es importante que te fijes en sus ingredientes y formulación. Recomendamos aquellas cremas elaboradas a partir de sustancias naturales y respetuosas con la dermis. Además, el porcentaje de los activos ha de ser elevado para percibir los efectos.

Ahora que ya sabes cuál es la diferencia entre una crema hidratante y humectante, adquiere la mejor opción para tu caso y disfruta de un aspecto más luminoso y saludable.