¿Qué es la queratosis actínica o queratosis solar en la piel?
La queratosis actínica o queratosis solar es una lesión áspera y escamosa en la piel que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo que haya estado expuesta de manera continuada al sol. Es especialmente frecuente en cara, orejas, cuero cabelludo, cuello, antebrazos y dorso de las manos. Sus síntomas más frecuentes son las manchas de forma variable y de color rojo, rosa o marrón; la sensación de picazón, ardor o punzadas; y la alteración del aspecto de la piel que puede inflamarse o enrojecerse alrededor de las lesiones, llegando en ocasiones a producir costras y sangrado.
La queratosis actínica debe tratarse siempre que aparezca porque de lo contrario existe una probabilidad del 5 al 10 % de que se convierta en un tipo de cáncer de piel denominado carcinoma de células escamosas.
La queratosis solar se desarrolla lentamente y normalmente aparece por primera vez en personas de más de cuarenta años, aunque personas de cualquier edad pueden padecerla dependiendo de varios factores.
¿Cómo se desarrolla?
Existen dos factores de desarrollo fundamentales: los factores biológicos, que no se pueden controlar como el fototipo (afecta más a las pieles más claras), la edad (mayor incidencia cuanto más avanzada), el estado del sistema inmunitario o ciertas enfermedades genéticas. Un segundo factor que puede prevenirse es la exposición continuada al sol y a carcinógenos ambientales como la polución.
¿Cómo Prevenir a largo plazo?
Habituarse a una serie de rutinas en la exposición diaria al sol puede disminuir las posibilidades de padecer una queratosis actínica.
Evita la exposición prolongada al sol
La radiación solar es uno de los factores que más influye en el proceso de envejecimiento cutáneo y en la aparición de la queratosis actínica. Es recomendable reducir las horas de exposición al sol, especialmente durante las horas centrales del día. Buscar una buena sombra contribuye además a evitar la posibilidad de bronceados excesivos o de quemaduras solares y puede prevenir otros problemas futuros, sobre todo en el caso de bebés y niños pequeños.
Usa cremas de protección solar todos los días
La radiación UV continuada es uno de los factores de riesgo que es necesario prevenir. El uso regular de cremas de protección solar, incluso en días nublados, contribuye a evitar las consecuencias de esa exposición prolongada.
Un fotoprotector de rostro de aplicación diaria como UV Age Daily Water Fluid Antienvejecimiento de Vichy proporciona una alta protección contra la radiación UVB y UVA y contra factores ambientales como la polución. Gracias a alguno de sus componentes como la vitamina B3 o los péptidos antiedad ayuda también a prevenir los signos del fotoenvejecimiento, como manchas y arrugas.
Elige cremas con un factor de protección elevado
La aplicación de cremas solares debe hacerse cada dos horas y quince minutos antes de la exposición directa al sol. Son preferibles aquellas cremas con un factor de protección elevado y un amplio espectro que brindan una mayor seguridad frente a los distintos tipos de radiación solar.
El Capital Soleil Cell Protect Water Fluid Spray de Vichy con su SPF +50 es ideal para proporcionar una protección avanzada frente a radiaciones UVB, UVA, UVA largos y antioxidantes y puede ayudar incluso a prevenir los daños causados por el sol a nivel de las células de la piel.
También cuenta con una versión para niños Capital Soleil Kids Cell Protect Water Fluid Spray, potenciado con tecnología multiplicante NETLOCK y con fracciones probióticas, ácido hialurónico y agua volcánica.
Presta especial atención a los niños
Los grupos más vulnerables, como los niños, necesitan de una mayor protección para evitar quemaduras o problemas cutáneos en el futuro y de productos que se adapten además a su estilo de vida.
El Gel Wet Skin Niños SPF +50 presenta una fórmula resistente al agua y que mantiene su eficacia hasta después del baño. Otorga una protección de amplio espectro y además es fácil de aplicar, incluso sobre piel mojada, lo que es fundamental en el caso de los niños pequeños.
Cúbrete con ropa adecuada
Las prendas de vestir tupidas que cubren brazos y piernas, y sobre todo las de color oscuro, absorven parte de la radiación UV antes de que entre en contracto con la piel. También existen prendas especiales que brindan protección sobre la radiación ultravioleta (FPU). Para la protección adicional de la cabeza y el cuello es recomendable el uso de sombreros de ala ancha y, en menor medida, de gorros con visera que actúen como barrera frente a las radiaciones solares.
Revisa la piel con regularidad
Examinar tu piel para descubrir la aparición de manchas o posibles cambios en las ya existentes es otra medida de prevención temprana. Hacerlo con regularidad y anotar aquellas manchas, bultos o lunares sospechosos para mantenerlos bajo observación y para consultarlo con un especialista es también fundamental.
Evita los métodos de bronceado artificial
Las camas solares o las cabinas de autobronceado tienen el mismo efecto que los rayos del sol sobre la piel. La exposición prolongada y continuada a los rayos UV de estas máquinas debería evitarse en la misma medida, y por las mismas razones, que la exposición directa al sol.
La prevención es clave para evitar la queratosis actínica y estas medidas pueden contribuir positivamente a ello.
La Redacción