Las manchas en la piel son muy comunes entre las personas. Tanto es así que hay muchos tipos de ellas y, en ocasiones, hay que acudir al especialista para que pueda determinar cuál es el tipo de mancha que aparece. Una de las tipologías más frecuentes es la que recibe el nombre de lentigo.
El lentigo en la piel es una mancha generalmente de carácter benigno. Suele presentar un color que oscila entre el marrón y el negro y variar de tamaño a medida que pasa el tiempo. No obstante, es un trastorno cutáneo que también se puede padecer desde la infancia, aunque lo más frecuente es que se vea con más frecuencia en personas adultas.
Qué es el lentigo y por qué aparece
El lentigo es uno de los tipos de manchas en la piel más frecuentes. No se conocen con exactitud cuáles son sus causas de aparición. Sin embargo, sí que se tiene constancia que la exposición excesiva al sol hace que la persona sea más propensa a la aparición de manchas de este tipo.
No obstante, hay personas que no se exponen demasiado al sol y sufren de lentigo. Esto puede ser debido, fundamentalmente, a la ingesta prolongada de algún medicamento. Incluso se puede hablar de causas genéticas o hereditarias a la hora de padecer lentigo en cualquier superficie de la piel.
Lo que sí hay que señalar es que, en la mayoría de los casos, se trata de lesiones cutáneas de carácter benigno. Aun así, es importante acudir al especialista para que determine que se trata de un lentigo y no de un melanoma o tumor maligno.
Cómo distinguir los lentigos en la piel de otras manchas
Esta es una de las dudas razonables que suelen tener muchas personas que tienen lentigos en la cara o en cualquier otro punto de la piel. De hecho, existe el temor de que se pueda padecer un lentigo maligno, aunque en la mayoría de las ocasiones no es así.
Los lentigos benignos suelen aparecer, sobre todo, en el dorso de las manos, las mejillas o el resto de la cara. La forma de estos lentigos es regular y poseen un color uniforme que oscila entre el marrón y el negro. Los lentigos malignos, en cambio, son más grandes y poseen una forma irregular. Además, la tonalidad de colores es diferente y van creciendo más rápidamente que los benignos.
El color es, precisamente, una de las señas de identidad que distingue a los lentigos solares de otras manchas. Las pecas, por ejemplo, poseen una tonalidad rojiza o marrón claro y son más pequeñas que los lentigos. Otras manchas de la piel no tienen el color negro o marrón de los lentigos ni presentan una forma tan regular.
¿Qué tratamientos hay que seguir para los lentigos solares?
El principal método de prevención de los lentigos es no exponerse demasiado al sol y utilizar siempre cremas solares protectoras. No obstante, si las manchas ya están ahí será el momento de utilizar algunos productos especializados.
Rutina diaria de limpieza de la piel
Una rutina diaria de limpieza de la piel será fundamental para el tratamiento de los lentigos solares. Para ello, puedes usar las ampollas antimanchas Liftactiv Glyco-C de Vichy. Estas ampollas corrigen las manchas, combaten los cambios de pigmentación y le aportan una nueva luminosidad a tu piel. La mejor forma, sin duda, de proteger tu piel cada día frente al sol y los agentes externos.
Estas ampollas están formuladas a base de 11 ingredientes totalmente hipoalergénicos, entre los que se encuentran el ácido glicólico, la vitamina C, el ácido hialurónico de origen natural y el agua volcánica de Vichy. Además, no contiene perfumes, por lo que son aptas incluso para las pieles más sensibles. Ideal para usar de noche, poseen un efecto inmediato y están clínicamente comprobadas.
Cremas para reducir los lentigos solares
Existen en el mercado una serie de cremas que te pueden ayudar a reducir los lentigos solares. Estos productos exfolian la piel y eliminan la capa superficial. De esta manera, se consiguen tratar mucho mejor las manchas solares. Lo más recomendable es que estas cremas contengan ingredientes y activos, tales como el ácido tranexámico, el ácido azelaico, los retinoides, el ácido glicólico, la hidroquinona o la niacinamida.
La criocirugía
Uno de los tratamientos más habituales para los lentigos es el de la criocirugía. Lo que se hace aquí es aplicar al paciente un spray con nitrógeno líquido. Este elemento forma una pequeña costra sobre la superficie de la piel que, con el paso de los días se retira llevándose consigo la mancha.
Los lentigos son, por tanto, manchas que, en la mayoría de las ocasiones, tienen un carácter benigno. Se diferencian del resto de manchas solares en la piel por su color y por lo regular de sus formas. Para reducirlos, lo más recomendable es usar productos especializados, cremas y otras técnicas como la criocirugía.