Evita el acné por estrés
El acné es uno de los problemas más comunes de la piel, pero ¿sabías que también puede producirse por estrés? Este factor puede perjudicar gravemente nuestra piel con problemas que creíamos superados al llegar a la edad adulta.
Una vida estresante siempre se verá reflejada en nuestra apariencia física y mental. La relación con el acné se debe a que, durante los periodos de estrés, se ven afectadas distintas hormonas que activan las glándulas que producen el sebo.
A continuación, te explicamos de qué manera se produce el acné por estrés y las formas de combatirlo.
Acné por estrés
El acné es una enfermedad que se suele relacionar con la adolescencia. Sin embargo, son muchas personas las que, aun teniendo una piel perfecta, se enfrentan a este problema en la edad adulta.
Existen diferentes motivos por los que se puede sufrir acné y uno de los principales es el estrés o ansiedad. Pero, además, existen otros factores relacionados que debemos destacar.
● El cortisol es una hormona esteroidea, producida por la glándula suprarrenal. Esta se altera debido al estrés y, al aumentar sus niveles, afecta la glándula de sebo en la dermis, provocando que se tapen los poros. Todo esto da origen a la aparición de granos en la piel.
● Por otra parte, el estrés causa problemas de inflamación en el cuerpo. Esto afecta la piel y provoca que el acné empeore. Asimismo, interviene en el sistema inmune, disminuyendo la habilidad del cuerpo para combatir el acné por sí solo.
● Finalmente, el estrés también puede llevarnos a tocarnos la cara más de lo habitual, llevándonos a la piel suciedad y bacterias.
¿En qué zonas aparece el acné por estrés?
Los estudios dicen que esto puede variar, pero la característica principal para reconocer el acné por estrés es el hecho de que aparezca una y otra vez en el mismo lugar. Esto indica que existe una acumulación constante de sebo.
Además, el acné suele aparecer en la zona T, que es la parte más grasienta de la cara y, generalmente, se acompaña de puntos negros, brillos, poros abiertos, piel irregular o granulada.
¿Cómo tratar el acné por estrés?
La principal recomendación en estos casos es mantener bajo control los niveles de estrés. Por otra parte, se aconseja incorporar un tratamiento local tópico con sustancias como ácido salicílico, que se puede conseguir en cualquier farmacia.
También se recomienda el uso de compresas calientes si el acné se presenta en forma de quistes. Esto reduce el dolor y enrojecimiento de la zona afectada.
Si el problema es muy persistente, los especialistas recomiendan cambiar la rutina de cuidado de la piel e incorporar productos adaptados que realmente funcionen. Es importante conocer nuestra piel para poder utilizar a nuestro favor las herramientas adecuadas para su cuidado. Te recomendamos el tratamiento anti-imperfecciones Normaderm de Vichy, perfecta para pieles grasas y con tendencia acneica.
Otro gran consejo es mantener una buena hidratación, cuidar la dieta y dormir las horas necesarias para un buen descanso. Todo esto tendrá un gran impacto positivo y visible en la piel.
Consejos para reducir el estrés
1. Deporte y ejercicio: la práctica de actividad física produce la liberación de endorfinas (hormonas del bienestar) en el cuerpo. Estas hormonas brindan bienestar al cuerpo y nos ayudan a sentirnos mejor con nosotros mismos. Una mejora de la condición física también aporta sentimientos de valía personal.
2. Técnicas de relajación: el yoga, la meditación, los tratamientos de bienestar y los métodos de la medicina tradicional china pueden ayudar a relajarnos y desarrollar una actitud mental más positiva.
3. Dieta sana y equilibrada: incluye en tu alimentación una buena cantidad de frutas frescas, vegetales y frutos secos que ayuden a facilitar la tarea contra el estrés. Hidrátate constantemente y evita el consumo de alcohol en exceso, ya que puede desencadenar la producción de insulina y agravar el problema de estrés.
¿Cómo controlar los niveles de cortisol?
Para controlar los niveles de cortisol se recomienda eliminar de la rutina diaria la cafeína, el alcohol y el tabaco. También debes incorporar una alimentación sana y balanceada.
Se aconseja aumentar el consumo de alimentos ricos en Vitamina B5, que ayudan a reducir los niveles de cortisol. Algunos de estos alimentos son:
● Legumbres.
● Semillas de girasol.
● Salmón.
● Setas o champiñones.
● Brócoli.
● Atún.
● Trucha.
● Hígado.
La Redacción