ESTRÓGENOS Y MENOPAUSIA: ¿QUÉ BENEFICIOS Y RIESGOS EXISTEN?

Los estrógenos durante la menopausia: qué son, qué efectos producen y por qué tomarlos. Beneficios y riesgos de los tratamientos hormonales.

Como ya sabrás, existe una relación directa entre estrógenos y menopausia. Una vez que la mujer entra en esta etapa de su vida, comienzan a producirse en su cuerpo una serie de cambios. Uno de ellos, que tiene repercusión en muchos de los demás, es la menor producción de determinadas hormonas: el estrógeno y la progesterona.

El estrógeno es generado de manera natural por el organismo en las mujeres que aún no han llegado a la menopausia. Cuando sus niveles disminuyen, se producen determinadas alteraciones fisiológicas. Algunas de las más comunes son los sofocos, sudores, fatiga nocturna, cefaleas, afecciones psicológicas como el nerviosismo, la ansiedad o la depresión, sequedad de la mucosa vaginal... Incluso a largo plazo se pueden dar pérdidas de calcio en los huesos, provocando osteoporosis, o incluso enfermedades cardiovasculares, debido a los cambios en el metabolismo lipídico.

Terapia hormonal para la menopausia

Muchas mujeres, en busca de los beneficios de los estrógenos naturales para la menopausia, recurren a la llamada terapia hormonal -o terapia de reemplazo hormonal- para luchar contra estos síntomas.

Se trata de tratamientos a base de estrógeno solo o estrógeno junto con progestina, una hormona sintética que viene a producir efectos en el organismo similares a los que genera la progesterona. Esta terapia, prescrita por un profesional sanitario, se aplicará a cada mujer en función de sus necesidades y características.

El objetivo de estos suplementos hormonales es que las mujeres recuperen los niveles mínimos de estas sustancias que su organismo ya no produce de manera natural. De esta forma se pretende aliviar los síntomas más molestos que se manifiestan con la menopausia, así como dar una respuesta eficaz a los cambios biológicos que se producen a largo plazo, como la disminución de la masa ósea.

Existen dos tipos de terapias hormonales, aplicados en función de los síntomas que se pretenda aliviar:

1. Terapia hormonal sistémica: se utiliza de forma general para tratar los síntomas más molestos, como sofocos y sudoraciones, y prevenir los cambios duraderos que se producen en el organismo.

2. Tratamientos locales: se prescriben especialmente para combatir las afecciones genitourinarias como la sequedad vaginal. En este caso, las hormonas se suministran en dosis bajas.

Estrógenos naturales para la menopausia: ¿de dónde provienen?

Las hormonas que se aplican en este tipo de tratamientos pueden tener diversos orígenes: o bien provienen de plantas y animales o bien son fabricadas en laboratorios. Su estructura química no es exactamente igual a las hormonas producidas naturalmente por el cuerpo de la mujer, pero es muy similar.

Beneficios

Como ya hemos visto, la falta de estrógenos durante esta etapa puede tener consecuencias muy molestas para la vida cotidiana de las mujeres, pero también riesgos de relevancia como la debilidad ósea o el riesgo de complicaciones cardiovasculares.

Estos son los beneficios más representativos que se han detectado en las mujeres que han recibido un suplemento:

● Ayuda a mitigar los sofocos y las sudoraciones nocturnas

 

● Previene las dolencias asociadas a los órganos genitales, como la sequedad vaginal o las molestias al mantener relaciones sexuales.

 

● Mejora la salud de los huesos y previene la osteoporosis, la cual hace que se pierda masa ósea, dejando el esqueleto más débil y propenso a fracturas.

Riesgos de los tratamientos hormonales durante la menopausia

Adoptar este tipo de tratamientos también conlleva una serie de riesgos que debemos tener en cuenta:

● Salud cardiovascular: se ha detectado que estas terapias producen un mayor riesgo de accidentes cardiovasculares, tales como derrames cerebrales, coágulos de sangre o ataques cardíacos.

 

● Cáncer de mama: tiene incidencia en el riesgo de sufrir este tipo de cáncer.

 

● Cáncer de endometrio: las mujeres que no han sido sometidas a histerectomías (es decir, mujeres que tienen útero) pueden ver aumentado el riesgo de sufrir cáncer de endometrio.

La edad importa

Diversos estudios han demostrado que la edad es un factor muy importante a tener en cuenta. Las mujeres que han iniciado sus tratamientos hormonales tras más de 10 años desde el inicio de su menopausia, o que lo inician pasados los 60 años, tienen un mayor riesgo de padecer las dolencias mencionadas.

Sin embargo, las mujeres que comienzan con su tratamiento antes de los 60 años, o en un plazo máximo de 10 años tras entrar en la menopausia, se benefician de más ventajas que riesgos gracias a la terapia hormonal.

Conclusión: estrógenos en la menopausia, ¿sí o no?

Por tanto, después de todo esto que te hemos contado, ¿merece la pena el tratamiento de suplementos de estrógeno en la menopausia? La respuesta es que depende de tu situación. La menopausia afecta de maneras muy diversas a unas mujeres y a otras, a su calidad de vida y a sus organismos.

En cualquier caso, se debe suministrar la dosis más baja posible de hormonas durante el periodo de tiempo más corto posible. Nuestro consejo es que mantengas una conversación constante y fluida con tu médico durante los años de la menopausia, y cada cierto tiempo -de 3 a 6 meses-, verifica con él si aún lo necesitas.

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