La flacidez facial es uno de los signos más notables del paso del tiempo y también uno de los que producen mayor sensación de envejecimiento en el rostro. El sol, el tabaco y la contaminación son los factores que más perjudican esta falta de firmeza. Te contamos cómo retrasar su efecto.
¿Qué es la flacidez facial?
Conforme pasan los años van apareciendo los signos del envejecimiento en nuestra piel: arrugas, manchas, flacidez facial. Quizás sea esta última la que más nos preocupa por los años que nos pone encima. Pero ¿por qué se pierde la tersura?
Entrados los 30 años, comienza a reducirse la producción de colágeno y elastina, dos proteínas que se encargan del sustento y la firmeza de los tejidos de nuestro cuerpo. Este descenso provoca que las fibras musculares y la piel del rostro pierdan su tersura y acaben por descolgarse, provocando esa sensación de flacidez en la cara.
Combatirla no es fácil, especialmente cuando ya a ha hecho su aparición, pero sí podrás prevenirla conociendo cuáles son los factores que la empeoran.
El exposoma y su acción sobre la flacidez facial
A la pérdida de proteínas de forma natural, propia del paso del tiempo, se unen otros condicionantes externos que tienen influencia sobre la falta de tersura en el rostro. En el concepto de “exposoma” podemos agrupar todos estos 7 factores que no solo tienen efecto por sí solos, sino que se interrelacionan entre sí y afectan de manera conjunta a la salud del individuo. El organismo desarrolla respuestas ante la exposición a estos elementos, causantes de hasta el 80% de las patologías del cuerpo humano.
La radiación solar en la piel
La radiación solar es el factor que más afecta a la flacidez facial. Los rayos ultravioleta A y B (UVA y UVB) penetran hasta las capas más profundas de la piel, provocando lesiones celulares e incluso daños al ADN. Su impacto estimula la aparición de los radicales libres, causantes del estrés oxidativo de la piel. Como consecuencia, los tejidos dérmicos resultan dañados y se produce un envejecimiento prematuro. La piel pierde su complexión y su relieve, se descuelga y se produce la flacidez. Es lo que conocemos como “fotoenvejecimiento”.
La Fotocontaminación
Pero, como comentábamos antes, estos factores no actúan de forma aislada, sino que se cruzan con otros, pudiendo agravar sus consecuencias. Es lo que ocurre cuando la radiación solar se une a la contaminación atmosférica: los daños provocados por los rayos ultravioleta se ven potenciados por la acción de los agentes contaminantes del aire, en un fenómeno denominado como “estrés por fotocontaminación”.
¿Cómo perjudica el tabaco a la piel?
Otro de los enemigos de la flacidez facial es el tabaco: no solo fumarlo, sino también permanecer en ambientes cargados de humo. Este altera los procesos biológicos de la piel y estimula la producción de elementos reactivos al oxígeno, provocando estrés oxidativo. Los tejidos cutáneos se ven muy perjudicados y se exponen al envejecimiento prematuro. Al fumar, la irrigación sanguínea disminuye, por lo que las células cutáneas están menos nutridas y oxigenadas. La piel se vuelve grisácea, apagada, reseca, y pierde su brillo y su firmeza.
Alimentación sana para la piel
La dieta es asimismo importante a la hora de tensar la piel de la cara. Una alimentación rica en vitamina C, ácidos grasos poliinsaturados, vitamina E y antioxidantes en general ayudará a combatir las agresiones provocadas los radicales libres. Beber mucha agua es imprescindible para hidratarse bien por dentro y mantener una piel bonita y cuidada.
Descansa y cuida tu piel
El nivel de estrés y la calidad del descanso afectarán al nivel de envejecimiento de tu piel. Un organismo descansado tiene una mayor circulación sanguínea, se recupera más rápido de las agresiones externas, mantiene la hidratación en mayor medida y combate mejor los radicales libres.
Protege tu piel de las temperaturas extremas
Por último, no debemos pasar por alto el efecto del clima sobre el aspecto de la piel. La exposición prolongada a temperaturas extremas puede tener consecuencias negativas en la salud y apariencia de la epidermis.
Otros trucos para vencer la flacidez facial
Aparte de los factores del exposoma que afectan a tu piel, puedes tomar otras precauciones para evitar el envejecimiento prematuro:
- Ten una vida activa. El ejercicio físico estimula la irrigación sanguínea y consigue una piel más nutrida y oxigenada, preparada para la renovación celular.
- Establece rutinas de cuidados. Cuida tu piel todos los días: lávate la cara al levantarte y antes de acostarte para eliminar impurezas y restos de maquillaje, hidrátate con cremas y sérums ricos en colágeno, elastina, ácido hialurónico y vitamina C, utiliza productos respetuosos con tu tipo de piel, ten una toalla exclusiva para secarte la cara, ponte protector solar todos los días antes de salir de casa sin importar la época del año que sea…
- Evita el alcohol y el tabaco.
- Realiza ejercicios de gimnasia facial. Conseguirás mantener la elasticidad y firmeza que se pierden de forma natural por el paso del tiempo, provocando que la musculatura de la cara “se caiga”. Puedes dedicarle 10 minutos a esta rutina antes de ir a dormir para suavizar las arrugas y líneas de expresión y conseguir una mayor firmeza en la piel del rostro.